Al ritmo de nuestro corazón.

¡Bienvenidos/as al nuevo curso!

Esa mañana del primer día de colegio, en la que te levantas cargado/a de nervios, de ilusión. Has dormido poco porque el día anterior tu barriga parece que tenía mariposillas revoloteando. Esa mochila con la que marchas de casa a tus espaldas, no solo lleva un tentenpié, si no que también va cargada de todo aquello que hace falta para enfrentar el nuevo curso llenos de energía. ¡Hemos vuelto!

Lo mejor ha sido el reencuentro; pero también nos ha gustado ver nuestra nueva clase, nuevos juguetes,  y sin lugar a dudas: ¡sentirnos mayores!

Nuestras primeras conversaciones, como os imaginais, fueron sobre el verano. 
¿Si cerramos los ojos, que pensamos cuándo escuchamos la palabra verano? Estas fueron algunas de nuestras respuestas: 

Yo veo... 

- Los helados. 
- La playa.
- El mar.
- Londres.
- Mis abuelos. 
- El sol.
- Jugar. 
- Los toboganes de agua. 
- El barco. 
- La arena.
- Churrasco.

¿En qué color pensamos al escuchar verano?

Yo pienso que ... 

- El verano es amarillo.
- El verno es color arena. 
- El verano azul.
- El verano es blanco, como la ropa. 

Cuando cerramos los ojos y pensamos en él, eso es lo que vemos. 
Decidimos dibujarlo y puesto que nos había gustado mucho la actividad en la que dibujamos la primavera, hemos hecho lo mismo pero con el verano. 

Una vez finalizada nuestra actividad, nos reíamos comentando que esta música nos da mucha tranquilidad. ¿Y si probamos con otros estilos musicales a ver que sentimos? En esta ocasión utilizaremos los pies en vez de las manos...

El verano no solo son colores, también hablamos de sabores. El verano tiene un sabor especial, sabe a helado. Sí, todos coincidimos. Pero hay otro sabor que no nos gusta tanto y que también asociamos a esta estación: el sabor a mar. ¿A qué sabe el mar?

Experimentamos: 

Bebemos agua mineral vs bebemos agua con sal.

Gracias por visitarnos.